miércoles, 11 de febrero de 2009

Piel de espuma y sal




Caía la noche en la solitaria cala, la luna brillaba en el cielo oscuro cual boca de lobo, esa noche las estrellas se habian tomado descanso, una espesa nube cubria la boveda celeste cual manto de terciopelo, y jugaba con la dama blanca a las escondidas, dando un sensacion de irrealidad a tan idilico paisaje marino.

La ligera brisa ateria su cuerpo tan solo cubierto por un liviano vestido blanco, llevaba allí horas contemplando el baile de las olas que la tenían hechizada, mirando a un horizonte que igual se le antojaba incierto y desdibujado, como posible y cierto, en su cabeza daban vueltas las ultimas palabras de su padre, pero no quería que rompieran la magía del momento.



Había subido la marea y el mar bañaba sus pies, se sentía reconfortada, segura, como si magicamente con su avance y retroceso el mar se llevara todas sus cuitas, todos sus pesares, sonrió, sin saber muy bien a que ni a quien, ni que le había provocado esa sonrisa, pero de pronto se sintió liviana, segura de si misma, vio una luz al final de tunel.



Sintió la caricia del viento en su piel, se enredaba en su maraña de rizos cobrizos, que aquella tarde cuando salio de casa olvido recoger en una coleta baja, como siempre hacia cuando iba al mar, su cuerpo respondia a las caricias del viento, se sentia transportada y como unico testigo la luna que brillaba a retazos en aquel cielo cubierto de telas negras.



Miró hacia el mar y vio una sombra emergiendo de las aguas cristalinas y revueltas, se fue acercando poco a poco hasta llegar a su lado, no podría describir bien como era, se sento a su lado a contemplar el horizonte, de pronto el viento dejo de soplar, y de acariciar sus largos rizos, el mar hizo mas lentos sus retrocesos recreandose en sus pies y el desconocido comezo a acariciar su melena, con una suavidad desmedida que diriase que era el propio viento quien con sus largos dedos se enredaba en la paleta de marrones y rojos de su cabellera.



Volvio su cabeza para encontrarse con unos ojos azul hielo, que le transmitieron confianza, su mano busco la cara de el, y acaricio un rostro tan indescriptible como bello, su cuerpo fue reaccionando a sus caricias estudiadas como si conociera el valle que recorría, con todos sus recovecos, la pasion se desbordo entre dos seres que apenas se conocian, pero que hacía años que se observaban en silencio, sus bocas se rozaron y un regusto salobre inundo el cuerpo de ella, se convulsionaron los cuerpos al son del baile de las olas que cambiaban subitamente de ritmo.



En la arena dos cuerpos mojados entrelazados, y en el cielo un testigo mudo de tanta locura desatada, las piernas de el aprisionaban fuertemente las de ella, provocandole gemidos de un placer hasta ese instante nunca vivido, el se transformaba en viento, agua, torbellino, en todos los elementos posibles. Terminó la danza de cuerpos con dos amantes completamente exhaustos y ateridos, con suavidad cubrio su cuerpo con el liviano vestido, completamente mojado, que se pegaba a sus pechos y a todas las curvas de su cuerpo, dejando a la vista un contorno modelado y de gran belleza.



Le susurro al oido, y desaparecio por donde había venido engullido por el mar. Tan pronto el se marcho, el mar deposito en sus pies un caracola de grandes dimensiones, la recogió y marcho a casa con una sonrisa en la mirada, enigmatica y otra en el rostro de gran felicidad. La caracola de suave color crema encontro un lugar preferencial en la repisa de la ventana, al lado de su cama, algunas tardes el mar se oia a traves de ella, y como si la hechizara se vestia muy liviana y sus pies se dirigian a aquella cala abandonada, y cada atardecer cuando el oro del día se transformaba en el plata de la noche, el viento acariciaba su cabello y un desconocido salía del agua para enredarse apasionadamente entre sus brazos y piernas.




Tatuado en su piel había quedado la caricia del viento y el regusto a sal de sus besos, cada día el le susurraba al oido ven conmigo, no tengas miedo... sabía que era cuestion de tiempo que su alma se fundiera con el mar, con ese ser que tanto la amaba y la hacia sentir única y ligera... una noche mas marcho a casa aterida, al llegar a su alcoba la caracola emitía una triste melodía que le traspasaba el alma... callaba por unos dias y el mar volvia a rugir de su interior.



Hechizada se acerco a la bahia una tarde sin que la caracola emitiese ningun sonido, y quedo largamente mirando al mar, se puso un vestido aguamarina, el suave sol calento su cuerpo, un escalofrio le recorrió la espalda, y una voz suave emergio del mar, sigueme... sin pensarlo dos veces se adentro en las frias aguas, y se enredo en el cuerpo de su amado que siguio lentamenta cada centimetro de su piel, para por ultimo y con una sonrisa llevarsela a su morada.... Se la trago el mar, danzo con las olas, disfruto con el fondo marino y decidio seguir alli por siempre.



Días despues en la bahía el mar expulso el cuerpo de una joven de cuerpo bronceado y largos rizos cobrizos, en su rostro una sonrisa, la caracola desparecio de la repisa de la ventana el mismo día en la que su alma se fundio con el mar... cuenta la leyenda que en noches oscuras cuando en el cielo ondean las negras nubes, sobre la arena de la playa se pueden ver dos cuerpos entrelazados, meciendose al compas de las olas, en un ritmico balanceo, extasiados de placer, para volver en cuanto la luna despunta al interior del mar que los vio emerger



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6 comentarios:

Marinel dijo...

Te dejo un pedacito de la mía extasiada de tanta belleza.
Una historia de las que me embriagan,me aturullan.Me parece irreal y hermosa, de las que dejan un sabor salobre y dulce al mismo tiempo.
En fin, que son de las que me encantan y la has escrito magistralmente.
Felicidades.
Un beso.

Viperina dijo...

Maravillosa historia, muy metafórica y profunda. Se nota que llevas la sal del mar en tus venas...
Besos, amiga.

MIGUEL ANGEL MUÑOZ dijo...

Adoro el mar, adoro tu historia, me encantó, sigues tocanto partes que creía olvidadas... Un abrazo y besos amiga

Lilyth dijo...

Una hermosa descripción mezclada con un relato perfecto, me quedo suspirando... una vececita en mi interior no me permite disfrutar del todo y me dice que es una lástima que para el amor se tengan que hacer renuncias, pero otra voz mas fuerte la calla diciendo que uno nace nuevamente cuando ama... Saludos!

€_r_i_K dijo...

Precioso, que te voy a contar...
Lástima que tenga ahora lejos el Mar...
Iría ahora mismo, a cambiar el sexo de tu historia...
Un Beso, con recuerdo a Sal.....

Unknown dijo...

Me ha encantado tu casa, iré descubriendola poco a poco...las imágenes son una belleza así como tus palabras. Felicidades por todo ello navegante...