martes, 10 de febrero de 2009

Cara y cruz de la realidad


La sonrisa prendida en el rostro aunque en su corazón se desate la más cruel de las tormentas.
El arcoiris iluminando su sonrisa aunque la negra noche envuelva su alma en las sombras del abismo y asfixie su blanca libertad.
La mano tendida, a pesar de tener a la soledad como unica compañera y amiga.
Una palabra de aliento y esperanza, cuando el desahucio social es la unica guía su vida.
Una vida perfecta y envidiable, pero sólo dolor y llanto en la intimidad de la alcoba.
El optimismo por bandera y buque insignia, cuando las fuerzas abandonan y flaquea la lucha.
Solo sus ojos delatan aquello que con tanto afán disfraza a diario, entre capas de amabilidad y sonrisas dibujadas en carmin, sólo el insondable pozo de su mirada grita cuan imperfecta es su vida, cuanto dolor atenaza su oscura alma, cuanta miseria se esconde en el subsuelo de la locura, de esa enajenación de la que sólo ella es consciente y que ahoga entre lágrimas en un sombrio y frio divan.


Safe Creative #0902172579424

5 comentarios:

Viperina dijo...

Waaaaoooooo!!! Yo conozco a un par de congéneres suyas, de esas todo sonrisa y fachada para ocultar una vida miserable de puertas adentro...Sublime.
Besos, amiga.

€_r_i_K dijo...

Siempre he pensado que los psiquiatras han perdido dinero desde que exteriorizamos en los blogs....

Salu2sssss.....

Marinel dijo...

Impresionante texto,Ram.¡Qué familiaridad la mía!
Me ha encantado tu forma de escribir y describir ese disfraz que viste esa sonrisa,ese optimismo...que en realidad es reflejo de un oscuro y lúgubre interior.
Te enlazo para volver.
Besos.

MIGUEL ANGEL MUÑOZ dijo...

Me gusta, me gusta, tengo que ponerme al día en tu blog, un beso

Ave Mundi Luminar dijo...

Una realidad tan frecuente como desconocida, tan real como oculta... un texto perfecto.

A veces caminamos dibujando piruetas imposibles entre el yo social y el yo personal, entre lo que los demás perciben de nosotros y lo que nosotros creemos que somos...

Difícil tarea la de mantener la cordura cuando entre los dos mundos se abre un abismo

Un bsín con sabor a levante.